La Sección Aeropolicial de Antofagasta se consolida como un pilar esencial para el trabajo investigativo en la macrozona norte, acumulando más de 500 horas de vuelo y 197 misiones desde su creación. Su labor se ha vuelto indispensable en casos complejos relacionados con el crimen organizado, brindando apoyo en operaciones de búsqueda y rastreo de personas desaparecidas en zonas desérticas, fotografía aérea, traslado de equipos investigativos, hallazgo de vehículos robados, y apoyo a procedimientos policiales, especialmente antinarcóticos.
En esta línea, el comisario Pablo Zaldivia Morales, Jefe de la unidad, destaca la importancia de la capacitación constante del equipo. Los tres pilotos se mantienen actualizados sobre las canchas y zonas de aterrizaje en las extensas áreas de operación, además de realizar reentrenamientos frecuentes y chequear las zonas de aterrizaje, incluyendo nuevos puntos de posada proporcionados por el Ministerio de Obras Públicas en las principales ciudades del norte.
Recientemente, la Sección Aeropolicial participó en la prueba de las zonas de aterrizaje del Hospital Regional Antofagasta y del Centro de Comunicaciones Navales de la misma ciudad, para luego trasladarse a Ovalle como parte de las operaciones del Plan Cannabis.
Finalmente, Zaldivia Morales enfatizó en los desafíos continuos que enfrentan, como la construcción de un hangar en Antofagasta y la renovación del material aéreo, así como la mejora de los procesos de formación continua de los pilotos para adaptarse a los cambios tecnológicos y mejorar el apoyo a los investigadores policiales.