El Producto Interno Bruto (PIB), durante el año pasado, creció 0,2%, según informó el Banco Central, instancia en la que además detalló otras aristas económicas relevantes para el país.
En ese sentido, el PIB en su revisión anual, aumentó en cuatro décimas, permitiéndole subir de un -0,2% a un 0,2%, evitando de esta forma que la economía chilena entre en recesión. Este crecimiento se explica gracias a lo registrado en la agrupación de electricidad, gas, agua y gestión de desechos; servicios personales; y transporte.
Cabe destacar, que el consumo de los hogares disminuyó un 5,2% lo que se explica a una caída en el gasto en bienes no durables, por contraparte al gasto en servicios, el cual durante el último año aumentó.
Además, la inversión «retrocedió 5,3% como resultado de una desacumulación de existencias –en particular de bienes industriales–, alcanzando un -0,8% del PIB.