La carretera más transitada de Chile (en promedio de kilómetros de extensión versus vehículos), es la ruta 68, que une dos zonas urbanas tremendamente populosas y vitales para el funcionamiento del país, como lo son el Gran Santiago y el Gran Valparaíso. Hasta antes de la pandemia de Covid-19 se acercaba a cifras que rondaban los 5.000 autos por hora, según cifras del MOP, lo que venía provocando atochamientos más allá de fechas especiales como fines de semana largos, fiestas patrias o año nuevo.
La nueva concesión de la ruta que se avecina (2024) considera el mejoramiento y ampliación de capacidad de la actual Ruta 68 y sus ramales, con una extensión de 140,7 kilómetros. Además de la ampliación a terceras pistas hasta el enlace Costanera y a continuación, a cuartas pistas hasta el peaje Lo Prado. Desde el km 17 hasta el km 99,80 se proyectará una nueva calzada con dos pistas, emplazada de forma paralela y adyacente a la ruta actual. Además de el desarrollo de dos nuevos túneles en Lo Prado y Zapata, y el reemplazo de los puentes sobre el río Mapocho y el estero Pudahuel, según datos del MOP. Esta es la segunda Concesión Ruta 68 Santiago- Valparaíso, la que hoy es operada por Vías Chile -de Abertis-, que considera una inversión de US$1.312 millones, y la Orbital Sur de Santiago, por US$539 millones.
Juan Pablo Barros alcalde de Curacaví y vicepresidente de AMUR Chile (Asociación de Municipios Rurales), comuna que tiene como eje vascular la ruta 68, indica que “si algo hemos podido constatar en los dos últimos años en Chile, es que el progreso y las decisiones ya no pueden ser de espaldas a las comunidades, ni a sus legítimos representantes. Las decisiones centralizadas, sin tener en cuenta la idiosincracia y vida cotidiana, han demostrado dar resultados menos eficientes y hasta graves errores en su diseño y funcionamiento. Desde el MOP quedaron en mostrar como quedó el proyecto a los vecinos durante el mes de marzo, y hasta ahora no sabemos nada, hemos oficiado para pedir audiencia pero hasta el día de hoy no hay respuesta. Es más esto parte el año 2021, y desde ahí exigimos que se nos hiciera parte como comunidad en la fase de participación ciudadana, logrando que se nos escuchara y llevando adelante reuniones con vecinos en distintos sectores de la comuna; al final del proceso se comprometieron a mostrar el plan final, cuestión que no ha ocurrido, nos enteramos por las bases de licitación, hay una abierta falacia cuando se dice que se hará con la comunidad en acuerdo, como alcalde de Curacaví exijo empatía y respeto por nuestra comuna y vecinos. Aquí nos pasaron a llevar como comunidad, ¿Para que hacemos participación ciudadana si después de eso nada se verá reflejado? Hasta el día de hoy no se han acercado a enseñarnos el proyecto”. Además se muestra preocupado por los cobros de peajes que deben pagar los vecinos de Curacaví, cada vez que salen de la comuna, y que por supuesto se han ido incrementando.
Desde el Municipio no descartan tomar todo tipo de acciones que les permitan tener una mayor incidencia en el nuevo diseño que tendrá la carretera, también los vecinos quienes no han sido contactados por el MOP para la licitación.
“El desarrollo no es para algunos, sino precisamente para que los más postergados alcancen mejores niveles de vida, pero para aquello es necesario dar vuelta la ecuación, y que estos proyectos partan con una fuerte base ciudadana y barrial, así será posible que integralmente contemos con un Chile más justo e inclusivo en su crecimiento”, finalizó el alcalde curacavinano.