Minera Antucoya y la empresa colaboradora Epiroc reciclaron 43,5 toneladas de acero a través de un proyecto de economía circular que tiene por objetivo dar un nuevo uso a materiales de perforación del área mina que ya cumplieron su vida útil.
La iniciativa es liderada por la superintendencia de Perforación y Tronadura de la Compañía, y consiste en el retiro y gestión del traslado de estos materiales, que serán transformados en esta oportunidad, principalmente, en materias primas para el rubro de la construcción.
La aleación en desuso ha sido retirada en dos ocasiones desde los patios de la faena en este 2024, dando cumplimiento con lo proyectado por Minera Antucoya. “Estamos abordando la economía circular de manera más integral, no solo considerando el tonelaje reciclado, sino también siendo proactivos para reducir nuestro consumo de recursos y generando acciones que nos permitan extender la vida útil de las materias primas y equipos que usamos, en línea con la Estrategia de Economía Circular de Antofagasta Minerals”, explicó el gerente general de la Compañía, Ivo Fadic.
Los triconos son herramientas compuestas por tres partes que rotan a la vez para romper, moler la roca y hacer un agujero de gran diámetro (como la punta de una broca de un taladro normal) y las barras son las que dan la extensión a estas perforaciones donde finalmente se introducirán químicos y explosivos para una tronadura en el área mina.
Iniciativas 2023
Este proyecto de reciclaje de acero se suma a otras iniciativas que impulsó la compañía en 2023, como el reciclaje de neumáticos fuera de uso, que logró transformar casi 300 toneladas de ellos en insumo para carpetas de pistas de bicicletas y de canchas de fútbol; también recicló 310 toneladas de ánodos de plomo, equivalente a 4 mil placas que fueron reconvertidas para insertarlas en la cadena productiva de la industria.
La economía circular no sólo abarca los residuos industriales. Un proyecto que se desarrolla de manera permanente es el reciclaje de botellas plásticas, donde se llegó a 850 kilos de botellas PET recicladas, las que luego de procesarse en una primera instancia en faena son enviadas a proveedores especialistas que las convierten en recipientes para alimentos y utensilios de cocina.
Del mismo modo, trabajadores y trabajadoras recolectaron sus ropas de trabajo para reunir una tonelada de diversas prendas, las que, gracias a una alianza con la empresa de la Región Metropolitana, Ecocitex, se transformó en nuevo material textil, sin usar para ello ni agua ni tintura en sus procesos de lavado o teñido. La iniciativa, además, tiene un componente social, al dar empleo a internas y ex internos de centros penitenciarios, quienes son los encargados de crear pieceras, bajadas de cama, alfombras, entre otras piezas.