Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) destaca las diferencias de género en la informalidad laboral de la región de Atacama, donde el 27,8% de la población ocupada trabaja en condiciones informales.
Este fenómeno afecta de manera desproporcionada a las mujeres, cuya tasa de ocupación informal es del 32,7%, en comparación con el 24,4% de los hombres.
A lo largo del período 2018-2023, las tasas de informalidad femenina han superado el 30%, mientras que las de los hombres han sido sistemáticamente más bajas, marcando una brecha de género promedio de 7,4 puntos porcentuales.
Este margen de desigualdad se refleja también en las características del trabajo informal: las mujeres se concentran principalmente en sectores de servicios, como comercio y atención en el hogar, que suelen ofrecer menos protección social y estabilidad laboral.
El informe también revela que el tiempo dedicado al trabajo informal es significativamente menor en las mujeres. Mientras que los hombres trabajan un promedio de 35,9 horas a la semana, las mujeres en empleos informales dedican solo 27 horas.
Foto: Agencia Uno