El Virus Sincicial Respiratorio (VRS), es uno de los agentes patógenos más peligrosos en la infancia y ataca a los niños, especialmente a los menores de 2 años, durante las estaciones de otoño e invierno y lamentablemente, es responsable de la segunda causa de muerte en niños menores de 1 año a nivel mundial. Es un virus que no tiene vacuna, por lo tanto, las medidas de prevención son claves para cortar la cadena de transmisión.
Por ello, el doctor Sergio Puebla, Intensivista Pediátrico y Magíster en Epidemiología, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de La Serena, hace un especial llamado a la comunidad, ya que la disminución de la circulación viral requiere del compromiso de todos.
En primer lugar, el pediatra intensivista nos explica por qué este virus causa enfermedades graves en nuestros niños y niñas ya que habitualmente comienza con síntomas catarrales (resfrío) como congestión nasal y rinorrea (goteo nasal). Afectando principalmente a los lactantes, en especial en los primeros 12 meses de vida, siendo más grave en los menores de 3 meses según nos comenta:
De igual manera cuando una persona tose en un ambiente cerrado puede expeler un virus entre 1 hasta 3 metros, dependiendo del tipo de microorganismo y, por cierto, contagiar a una o más personas. Por lo tanto, sobre todo en ambientes cerrados y/o muy aglomerados, resulta clave utilizar mascarilla según así lo explicó el doctor Sergio Puebla:
Finalmente otro factor de riesgo para el pediatra es la contaminación intradomiciliaria, ya que “efectivamente aumenta las posibilidades de que los niños se puedan contagiar con mayor facilidad” en el cual se destaca básicamente el tabaco y el uso de estufas que no tienen tiraje hacia afuera, por lo que la contaminación se produce dentro del domicilio, agravando las condiciones para que el virus sea capaz de replicarse y penetrar a la vía aérea con mayor facilidad