Durante una conferencia de prensa, el Departamento de Justicia de Estados unidos anunció la sanción a ocho empresas chinas por la facilitación de materiales para la producción y distribución de fentanilo. Esta droga ha echo eco en distintas partes del mundo por su peligrosa adicción y principalmente por su alto consumo en las calles del país norteamericano.
“Por delitos relacionados con la producción, distribución e importación de fentanilo, otros opioides sintéticos, metanfetaminas y sus precursores químicos”, es decir las sustancias con las que se fabrican, declaró el fiscal general Merrick Garland en rueda de prensa en Washington. También indicó que se sancionará a 12 directivos de esta red de comercialización china.
En ocasiones anteriores, en mayo del presente año precisamente, ya se habían anunciado denuncias y sanciones a entidades chinas por los mismo delitos. El gobierno de Biden ha manifestado que están aplicando diferentes metodos y estrategias para detener el ingreso de la considerada droga «zombi», que es 50 veces más potente que la heroína y ha causado decenas de miles de muertes los últimos años.
Una de las imputaciones fue posible cuando un ejecutivo recomendó a un cliente un precursor del fentanilo y le aseguró que llevaría un nombre distinto en el etiquetado para asegurar una venta segura. El cliente resultó ser un agente de la DEA, la agencia antidroga estadounidense.
«Sabemos quién es responsable de envenenar al pueblo estadounidense con fentanilo, de destrozar familias y comunidades en todo el país» dijo Garland, y añadió que detrás de los cientos de miles de fallecidos hay una red de narcotráfico que alcanza a varios países y continentes.
El fiscal general puso como ejemplo una de estas compañías, que vendía xilazina, utilizada para aumentar los efectos del fentanilo y aumentar así su valor.
Los carteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación son dos de los destinatarios de las sustancias producidas por los sancionados, entre los que destacan Wang Shucheng y Du Changgen, según el Tesoro.
Washington acusa a Wang de haber ordenado a otros que crearan empresas para usarlas como cortina en el comercio de productos farmacéuticos a nivel mundial. Y a Du de liderar la red responsable de fabricar y distribuir toneladas de precursores de, fentanilo, metanfetaminas y éxtasis