Los especialistas identifican las principales causas de desaprobación como la excesiva emisión de gases, frenos en mal estado o neumáticos desgastados.
Según las últimas estadísticas, entre un 45% y un 60% de los vehículos son rechazados en las plantas de revisión técnica (PRT) principalmente por defectos visuales, una cifra que resalta la importancia de una adecuada mantención antes de someterse al control anual.
Además, problemas en la suspensión y fugas de líquidos críticos como el aceite o el refrigerante, así como deficiencias en la dirección del vehículo, son también motivos frecuentes de rechazo.
Estos problemas representan un riesgo para la seguridad en la vía pública y también pueden implicar un gasto adicional importante si no se detectan a tiempo. Por otro lado, el incumplimiento de una serie de requisitos medioambientales como emisiones pueden sepultar la opción de pasar la prueba.
Consejos antes de acudir a la PRT
Una inspección visual detallada del vehículo, incluyendo el estado de las luces y los neumáticos, así como la revisión de los principales fluidos del vehículo.
En ese sentido, el líquido de frenos, el aceite de la dirección hidráulica, el anticongelante y especialmente el lubricante del motor- son elementos fundamentales que se pueden detectar rápidamente con un diagnóstico en un taller mecánico para así evitar inconvenientes en la revisión técnica.
Un nivel incorrecto de los líquidos puede resultar en daños graves y un desgaste acelerado del motor.
Otros aspectos importantes incluyen la revisión del sistema de frenos, el nivel de refrigerante y la condición de la batería, que debe estar limpia y con conexiones seguras.
Los conductores también deben verificar el correcto funcionamiento de elementos de seguridad como los cinturones y el cierre de las puertas.
Siguiendo estas recomendaciones, es posible reducir la probabilidad de rechazo en la revisión técnica, asegurando así no solo la aprobación del vehículo, sino también la propia seguridad en las calles.