Pese a las críticas, a partir de este lunes Alemania comenzará a controlar de manera temporal todas sus fronteras terrestres con el fin de reducir la migración irregular.
Los controles ya están planificados, y se llevarán a cabo en las fronteras del país centroeuropeo con Francia, Luxemburgo, Países Bajos, Bélgica y Dinamarca durante los próximos seis meses.
Estas nuevas inspecciones llegan como refuerzo a otras existentes, ya que se suman a controles anteriores en las zonas fronterizas con Suiza, Austria, República Checa y Polonia.
La disputa y el desacuerdo en torno a la iniciativa se debe a que la medida significa un duro golpe a la zona europea “Schengen”, ya que dicho acuerdo garantiza la posibilidad de viajar sin restricciones por 27 países, lo que no se estaría respetando con la estrategia alemana.
Por su parte, desde la Comisión Europea han recordado que el Código de Fronteras Schengen solo permite a los Estados miembros del acuerdo introducir controles fronterizos en situaciones de amenaza.
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