Sudáfrica presentó una demanda ante la Corte Penal Internacional (CPI), donde acusó a Israel de cometer genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza y solicitó al tribunal que ordene detener los ataques. Por su parte, Israel rechazó inmediatamente la acusación «con disgusto».
El documento presentado por Sudáfrica ante la CPI sostiene que “los actos y omisiones de Israel son de carácter genocida”, ya que se cometen con la intención de “destruir a los palestinos de Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico palestino más amplio”.
Sudáfrica añade que “la conducta de Israel, a través de sus órganos estatales, agentes estatales y otras personas y entidades que actúan bajo sus instrucciones o bajo su dirección, control o influencia, en relación con los palestinos en Gaza, viola sus obligaciones bajo la Convención de Genocidio”, dicta el comunicado.
El país africano también solicitó la emisión de una orden provisional que obligue a Israel a cesar inmediatamente las operaciones militares en Gaza. En esta línea, se espera que en la proximidad se celebre una audiencia pública para procesar la solicitud, que, si bien, podría resultar en una demanda de años, alcanzaría una orden judicial en cuestión de semanas.
En respuesta, el gobierno israelí rechazó “con disgusto” las acusaciones de genocidio y las calificó de “libelo de sangre”. A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, se indicó que el caso de Sudáfrica carece de fundamento legal y constituye una “vil explotación y abaratamiento” del tribunal.
La declaración, además, sostiene que Israel ha actuado de acuerdo al derecho internacional y aclara que las acciones militares son contra Hamás, donde agrega que los civiles en Gaza no son el enemigo. En este sentido, el escrito enfatiza en las medidas que se han tomado para minimizar los daños a civiles y permitir el acceso humanitario a la zona.