Un impactante hecho se reveló en Perú, cuando una menor de 10 meses llegó a un centro hospitalario con un crucifijo atorado en la garganta, si bien, el incidente se resolvió gracias al rápido actuar del personal médico, la situación causó impacto entre la comunidad.
El episodio tuvo lugar cuando la madre de la niña se dio cuenta de que presentaba signos de incomodidad y decidió acudir inmediatamente a un centro médico. Tras revelarse la radiografía de la menor, los especialistas descubrieron que un crucifijo se encontraba alojado en la parte inferior de la garganta, situación que estaba poniendo en riesgo su vida.
La urgencia llevó a un rápido desenlace por parte del equipo médico, quienes intervinieron quirúrgicamente para extraer el objeto sin causar daño a la niña. Luego del procedimiento se confirmó que la bebé se encuentra en buen estado de salud. Por otro lado, el incidente trajo a colación la importancia de la pronta atención médica y la constante vigilia que se debe tener sobre los menores de edad.
En esta línea, los padres se cuestionan cuáles son los pasos a seguir en este tipo de casos ya que forma parte de la naturaleza de los infantes querer llevarse objetos a la boca, pudiendo ser pequeños trozos de alimento, hasta objetos de mayor tamaño. Saber cómo actuar frente a una situación de riesgo puede, incluso, definir entre la vida y la muerte de un niño.
Lo primero que se recomienda es mantener la calma, los padres deben permanecer tranquilos para pensar con claridad y no alertar innecesariamente al menor que frente a una reacción nerviosa y caótica puede entorpecer la ayuda. Lo segundo a tener en cuenta es la vigilancia de los síntomas, si el niño muestra síntomas de asfixia el rápido actuar va a marcar la diferencia en el desenlace médico.
Por último, y en casos de emergencia, manejar las maniobras de expulsión cuando se convive con menores es de gran ayuda. Se debe inclinar al niño hacia abajo y generar golpes secos y controlados entre las escapulas para ayudar a la expulsión.