A nivel nacional, según cifras del Ministerio del Medio Ambiente, en los últimos 20 años Chile se ha convertido en el país de América Latina que consume más ropa. Durante el 2015 una persona compraba en promedio 13 prendas, número que aumentó a 50 en el 2020.
Lo anterior genera preocupación en las autoridades, ya que la falta de sistemas de reutilización significan una pérdida económica de 500 billones de dólares cada año a nivel global. Los datos expuestos por la entidad mencionada incluyen vestuario que los usuarios desechan y aquellos que las tiendas no logran vender y terminan en la basura.
Según informó la organización Clean Clothes Campaign en 2019, a nivel mundial 3 de cada 5 prendas de fast fashion acaban en vertederos, generando un impacto negativo para el medio ambiente.
A raíz de lo expuesto las tiendas de moda de segunda mano se posicionan como una respuesta para los consumidores que buscan una alternativa sustentable y única a un menor costo para el bolsillo y también para el planeta.
Esta problemática fue analizada por la psicóloga y empresaria francesa Erika Elsner, quien tras permanecer más de cinco años en Chile notó que estas prendas tenían un estigma popular, el cual quiso cambiar invitando a dar una nueva mirada a esta tendencia.
“Como psicóloga veía mujeres de todas las edades sufrir por el tema de autoimagen. Resolví sumar mi experiencia internacional de más de 30 años creando una empresa que uniera la tendencia de salvar el mundo con la necesidad de muchas mujeres de entender que el estilo no depende de presupuesto, sino más bien de saber quién eres”, explicó.
Por lo anterior la psicóloga francesa fundó una tienda de vestuario seminuevo el cual lleva su nombre. Desde 2021 han vendido más de 26 mil prendas con precios que parte en los $15.000 para un vestido de fiesta, generando un impacto positivo a nivel ambiental, social, económico y laboral.
Desde la pandemia el emprendimiento creció 15 veces en facturación y llegó en dos años a 15 mil seguidoras en Instagram, siendo un 70% de ellas clientas permanentes. La red social se transformó en un espacio donde mujeres pueden comprar en línea y participar de una comunidad que empatiza con sus necesidades.
Es necesario destacar que en marzo del presente año uno de sus vestidos de fiesta estuvo presente en la Gala del Festival de Viña, instancia que tuvo por tema la moda sustentable. Fue la destacada Doctora Carolina Herrera quien deslumbró con su paso por la Alfombra Roja con un diseño color turquesa, el cual fue aplaudido por los presentes y críticos del espacio.
Junto a lo anterior, la empresaria también apoya causas solidarias y entrega condiciones laborales que se ofrecen en grandes empresas. Por esto dona mensualmente más de 500 prendas a instituciones de beneficencia.
Además, con cada compra sus clientas reciben un presente invitándolas a que lo entreguen a otra mujer para que todas puedan sentirse regaloneadas, aumentando también su autoestima.
“La ropa es un reflejo de tu mundo interior pero también puede ser un portal de autoconocimiento”, explica la psicóloga en su página web, que además destaca que las prendas de segunda mano, por ser únicas y exclusivas, ofrecen una gran oportunidad de marcar tu identidad y estilo de forma consciente.