Un clan familiar se apoderó del pasaje Hugo Thenoux para comercializar cocaína base, mediante un centro de operaciones que mantenían oculto al interior de una vivienda abandonada, en la población Los Llanos de la Compañía Alta, en La Serena.
Instalados en sus domicilios particulares y en medio del barrio, un grupo de hombres y mujeres, mayores de edad, vendían la sustancia ilícita a vista y paciencia de adultos mayores, niños, niñas y adolescentes, incluso a metros de un emblemático establecimiento educacional.
En esta línea, el comisario Pablo Pincheira, de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado La Serena, entregó detalles de este operativo, “detectives de esta unidad especializada, a través de su equipo Microtráfico Cero, trabajaron en conjunto con la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos del Ministerio Público. Así se reunieron los medios de prueba y logramos identificar a los involucrados en la venta de drogas en pequeñas cantidades, planificando la Operación Trincheras”.
Con los antecedentes reunidos durante la investigación, y tras la gestión de la Fiscalía de Focos, el Juzgado de Garantía de La Serena autorizó la entrada y registro en 4 inmuebles. Con la intervención, los detectives incautaron medio kilo de cocaína base, dosificada en más de 360 contenedores de papel y a granel, además de 1 arma de fabricación artesanal, apta para disparar, 2 escopetas de aire comprimido y municiones como cartuchos de escopeta y perdigones.
Por su parte, Freddy Salinas, Fiscal de Focos, comentó que uno de los implicados quedó en prisión preventiva, “el procedimiento fue coordinado con los especialistas del grupo Microtráfico Cero de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado La Serena y realizamos el control de detención de 2 hombres y una mujer, mayores de edad, por incautar drogas, armamento, municiones y dinero en efectivo, dentro de sus domicilios. Uno de los imputados, quedó en prisión preventiva, por infracción a la Ley de Armas”.
Precisamente, uno de los inmuebles del pasaje que permanecía abandonado, sin enseres, ni muros en su interior, fue detectado como centro de operaciones de este grupo familiar. Al ingreso de los detectives, quedó al descubierto la “oficina de la droga”, una habitación con un escritorio y diversos insumos dispuestos para procesar la droga, dosificarla de forma artesanal y dejarla lista para su comercialización en la vía pública en este sector que pertenece al programa “Somos Barrio”.