Con la participación de las máximas autoridades de la Empresa Nacional de Minería, este 07 de marzo se realizó la ceremonia de cierre del Programa Impulsa, organizado por la Gerencia de recursos humanos.
Se trata del primer Programa de liderazgo con enfoque de género que implementa ENAMI y que toma como fundamento la Política de igualdad de género y conciliación de la vida laboral, familiar y personal que fue aprobada el año 2018 por el directorio de la Empresa.
Karem Rigollet, especialista de desarrollo organizacional, lidera la iniciativa que en su primera versión contempló talleres y encuentros con la finalidad de fortalecer habilidades socioemocionales y técnicas. De esta forma, se busca facilitar la creación de una red de mujeres líderes dentro de ENAMI. Esta sinergia entre trabajadoras es un elemento clave que permite guiar el camino hacia una inclusión progresiva de mujeres en cargos de liderazgo y en otros roles críticos de la empresa.
El objetivo es alcanzar un futuro en el que el género no represente un obstáculo para el éxito, afirmó Rigollet. “Hoy, me complace presentarles a la primera generación de Impulsa, compuesta por 24 mujeres excepcionales procedentes de diversas regiones. A medida que avanzaba el programa, tuvimos el privilegio de conocerlas y apreciar su talento,” comentó.
Melissa Carvajal, representante de la primera generación Impulsa 2023, compartió sus reflexiones durante la ceremonia al expresar: «Al ingresar a ENAMI, me convertí en la primera mujer operadora del equipo de Plantas. Esta experiencia me llevó a enfrentar los desafíos de un entorno predominantemente masculino, una tarea que resultó ser difícil pero no insuperable».
Patricia Marchant, gerenta de Auditoria, Riesgos y Prevención del Delito, lleva 30 años trabajando en ENAMI y también participó de la ceremonia en donde recordó sus comienzos en la empresa y en el rubro de la minería: “Era una época donde los productores no me dejaban entrar a las minas, porque creían que era mala suerte, donde se entendía fortaleza como el arte de aguantar y no expresar lo que realmente se siente, porque el llanto era miedo y la risa, superficialidad,” agregó.
Finalmente, la gerenta hizo un llamado a no olvidar la empatía y la consecuencia que el rol de líderes exige, entre discurso y acto. “Esto no solo te hará mejor líder, sino una mejor persona, porque el liderazgo se lleva a la casa, a las amistades, a las familias y a los hijos.”