Entre los cambios que impulsó la pandemia, los sistemas educativos se vieron alterados en todos sus niveles y formatos.
Rápidamente, los colegios tradicionales tuvieron que adaptar su forma de enseñanza a la virtualidad para garantizar la continuidad de la educación. Meses después de la crisis sanitaria, esta modalidad llegó para quedarse.
Luego de tres años desde el inicio de la pandemia, muchas familias, acostumbradas al sistema educativo tradicional, descubrieron los beneficios de la modalidad virtual, sobre todo aquellos jóvenes que tienen competencias deportivas, talentos artísticos, alumnos que viven en lugares remotos o se mudan regularmente, y que ven en esta alternativa una mayor compatibilidad con sus intereses y/o situación.
Si bien el periodo de confinamiento social producto del Covid-19 llegó a su fin y los colegios ya retomaron las clases presenciales, la educación virtual demostró ser un modelo alternativo viable para muchas familias, con múltiples ventajas para quienes lo elijen, que cada vez toma más fuerza.
El colegio online Think Academy, pionero en impartir esta modalidad en el país, ha experimentado un aumento significativo en sus matrículas. No solo durante la cuarentena, sino que también posterior a los encierros masivos: si el 2018 tenían 150 alumnos, el 2020 esa cifra aumentó al doble. El crecimiento se ha mantenido, incluso con la vuelta de la presencialidad de los establecimientos tradicionales, cerrando el 2022 con 510 alumnos matriculados, la cifra más alta desde su fundación.
Dentro de las ventajas que ofrece Think Academy, destaca el hecho que es adaptativa, flexible y personalizada, permitiéndole al alumno ir avanzando a su propio ritmo, resolviendo inmediatamente las dudas de aquellas materias en las que presentan mayores dificultades.
Por otro lado, promueve la autodisciplina y autonomía en los estudiantes, quienes tienen la posibilidad de manejar sus tiempos para cumplir las metas asignadas.
En términos económicos, la educación en línea puede ser menos costosa que la educación tradicional, acercando la excelencia a todos, con altos estándares de calidad educativa y a un precio más accesible. Como referencia, un colegio privado puede costar cerca de $500.000 mensual; mientras que la mensualidad de Think Academy cuesta $109.900, un 78,2% más económica.
Sobre la calidad de vida, un aspecto importante para los padres y niños es la optimización del tiempo, dado que los estudiantes no tienen que destinar tiempo extra a desplazarse para asistir a clases, eliminando los costos asociados al transporte y permitiéndoles pasar más tiempo con su familia, juntarse con amigos o dedicarles tiempo a otras actividades.
“Este tipo de educación le permite a toda persona que tenga competencias deportivas, talentos artísticos o musicales, compatibilizar el estudio con su afición, con excelentes resultados”, asegura Viviana Morgado, directora de Think Academy.
Andrea Vergara, apoderada de Think Academy, dice que a su familia le acomoda el formato, ya que van a clases de 9:00 a 12:45 y luego tiene tiempo para hacer actividades extraprogramáticas. Su hija primero probó ballet, luego danza moderna, hasta que llegó a la gimnasia artística. La estrategia ha sido beneficiosa para la familia: “ha sido un año de viajes. Hemos tenido el tiempo para ir a La Serena, Santiago y Concepción, donde ha ido a competencias y le ha ido muy bien.
Este sistema virtual es súper beneficioso”, agrega. Por último, la educación virtual implementa las TIC, TAC y TEP, ayudando a que los usos que se le den a la tecnología no sean únicamente asegurar el dominio de una serie de herramientas informáticas, sino que también, motivar a los alumnos a través de un aprendizaje mucho más lúdico, favorecer la comunicación, el trabajo
en equipo y el desarrollo de la autonomía en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Al igual que en 2022, este año son muchas las familias que seguirán optando por este modelo. Think Academy inició su proceso de matrícula para el periodo 2023, el que se extenderá hasta marzo, con el inicio del nuevo año académico.
