Foto: El País.
En medio de las devastadoras consecuencias del sistema frontal que afecta a la zona centro-sur del país, se reportaron cuatro personas fallecidas, siendo una de ellas, Héctor Sepúlveda Sepúlveda, de 86 años, quien perdió la vida en un trágico accidente en Coihueco, Región del Ñuble.
Según las autoridades, el señor Sepúlveda cayó a un estero en el sector de Las Veguilla, en Coihueco. Por su parte, la Ministra de Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, expresó su solidaridad a la familia de la víctima y mencionó que, de acuerdo a las investigaciones preliminares, el fallecimiento parece estar relacionado con la caída del estero.
Por su parte, la Fiscalía del Ñuble proporcionó más detalles sobre el incidente, donde indican que la víctima había subido a un pequeño cerro para conectar unas mangueras debido a la falta de agua en su vivienda. En un desafortunado accidente, resbaló y cayó boca abajo al riachuelo.
El anciano que perdió la vida, conocido como «Hito», había llevado una vida de austeridad y retiro en los últimos años, siendo catalogado como un ermitaño en el sur. Sin embargo, su historia había sido diferente en el pasado. Estuvo casado durante tres décadas con Carmen Paz Allende Bussi, primogénita del expresidente Salvador Allende, relación en la que tuvieron tres hijos: Pablo Salvador, Héctor Andrés y Carmen Beatriz.
En una entrevista concedida en el 2012 a La Tercera, Héctor Sepúlveda había compartido aspectos de su vida y relación con el expresidente Allende. En la entrevista, describió su vida sencilla y retirada, su preferencia por la vida en el campo y su falta de participación en la política activa.
Según el relato del medio nacional “La Tercera”, “Hito” dormía en un colchón curvo sin frazadas ni sábanas a la vista, las ventanas eran de plástico en vez de vidrio y la sala principal era un mezcla de diarios viejos, troncos, mesones, herramientas y la electricidad sólo alcanzaba para un par de ampolletas.
También, recordó su relación respetuosa y cercana con Salvador Allende, destacando que el expresidente nunca lo presionó para involucrarse más en la política.
«El me caló y nunca me puso en un lugar, ni nada. Respetó mi individualidad de gente sencilla, de técnico mecánico, de campesino. Nunca me presionó, aunque un día me dijo: ‘Bueno, usted decídase, compañero’. Porque yo no militaba. Y me metí al Partido Socialista. Pero nunca fui de núcleos. Estoy aquí, justamente, porque no participaba de esa vida. Todos me han dicho que don Salvador me estimaba, dentro de mis características, porque yo era consecuente”, expresó Sepulveda a La Tercera.
A pesar de que la vida de Héctor Sepúlveda estuvo marcada por momentos de influencia política y por una conexión con la historia de Chile a través de su relación con la familia Allende, la cuál dio un giro, pasando a una vida ermitaña. Sepúlveda finalizó la entrevista junto a La Tercera indicando, ”El agotamiento mental de mi regreso a Chile en 1991 se me quitó recién aquí. Hoy soy absolutamente ermitaño, solitario, pero me siento feliz”.