A una de las mociones le faltaron sólo nueve votos para ser aprobada. Luego del rechazo de la censura, el gobierno de Macron seguirá en pie y también su reforma al sistema de pensiones, a pesar de la poca popularidad con la que cuenta.
Las movilizaciones sociales contra el presidente de Francia, Emmanuel Macron, han seguido su curso y registró unos 300 detenidos durante la jornada de ayer en diferentes ciudades. Los ciudadanos se han alzado en protestas contra de la reforma de pensiones presentada por el Ejecutivo, que aumenta la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.
El gobierno zafó por poco: apenas nueve votos detuvieron la moción de censura presentada por la izquierda; de haber sido aprobada, el gobierno se habría hundido y la legislación sobre las jubilaciones habría sido frenada.
Tanto la izquierda como la extrema derecha se han mostrado opositoras al gobierno y sus medidas. El estrecho margen de las votaciones de ayer indican que el Ejecutivo francés ha perdido apoyo y se encuentra en una posición delicada. A pesar de aquello, ha decidido seguir adelante con el proyecto de ley.
Sindicatos y diversos sectores, como educación, transportes y servicios sanitarios, se encuentran con paralizaciones y llamados a realizar la novena jornada de huelgas este jueves 23 de marzo.