Es tiempo de hablar de Chile. Es tiempo de que pensemos y veamos cómo nuestra sociedad requiere de mejores condiciones. Comunidad y bienestar deben ir de la mano. Esa es parte fundamental del trabajo que impulsa el Gobierno con el trabajo de reforma para un Pacto Fiscal.
El Pacto Fiscal propuesto por nuestro Gobierno es un conjunto de medidas que incluyen la modernización del Estado para fortalecer la transparencia del gasto público y una agenda para promover la inversión, productividad y el crecimiento. En total, son 20 medidas de reforma del Estado y 38 medidas para impulsar la inversión, la productividad y el crecimiento y proyectos de ley tributarios, uno sobre el combate a la evasión y elusión y otro con incentivos para la formalización y beneficios para la clase media.
Estas medidas van aparejadas con prioridades y urgencias que van unidas a las necesidades más apremiantes de la ciudadanía, como es la seguridad y la salud pública. Esto se consigue con la administración tributaria y reforma del impuesto a la renta. Pero no es gastar por gastar, ya que se busca la eficiencia de la fiscalización y del cumplimiento de las obligaciones tributarias, así como una reforma de la tributación a la renta, tanto de empresas como de personas, en la perspectiva de elevar el aporte de las personas de mayores ingresos.
Hablar de mayores impuestos muchas veces genera anticuerpos en la ciudadanía, pero hay que entender que estos requerimientos van en justa medida para fortalecer tanto la seguridad como la salud pública. ¿Y cómo se hace esto, se preguntan muchas personas? Reduciendo las listas de espera en hospitales y el fortalecimiento de la atención en consultorios, como también el desarrollo de un sistema universal de cuidados de niños, adultos mayores, salud mental y personas con discapacidad. Incrementando la inversión en seguridad ciudadana, abarcando el mejoramiento de las condiciones y eficacia de las policías y la administración de la justicia.
Es de este modo que las necesidades ciudadanas se ven destacadas en la importancia de la aprobación de este Pacto Fiscal, que incide directamente en las necesidades más apremiantes de nuestra sociedad, como es profundizar en elementos de seguridad y salud pública, algo que nos une y cuyas demandas han sido escuchadas y respondidas por nuestro Gobierno.