“A Convivir se Aprende” es el nombre del programa del Ministerio de Educación que tiene por objetivo enfrentar y prevenir la violencia escolar mediante el desarrollo de competencias y habilidades en los establecimientos educacionales que reciben subvención del Estado, iniciativa que fue presentada en su versión 2023 para su implementación en la región de Antofagasta, y que beneficiará a establecimientos de las comunas de Antofagasta, Tocopilla, Calama y Mejillones.
El programa ya había sido implementado durante el año pasado en Antofagasta y Tocopilla a través de un proceso de acompañamiento a las redes comunales de convivencia escolar, dando alcance a un total de cincuenta mil estudiantes pertenecientes a 60 establecimientos educacionales. Este año, dada la evaluación positiva que tuvo en las comunidades, la iniciativa se ampliará a las comunas de Calama y Mejillones.
A nivel país, el programa beneficiará a 3.200 establecimientos educacionales de un total de 100 comunas priorizadas cuya selección se realizó a partir del análisis de las denuncias reportadas por la Superintendencia de Educación y del Índice de Vulnerabilidad Escolar (IVE-SINAE).
En este sentido, el seremi de Educación, Alberto Santander, comentó sobre esta iniciativa, “un buen clima escolar es requisito para recuperar los aprendizajes perdidos durante la pandemia, es por eso que presentamos este programa que va en apoyo directo a las comunidades educativas y que forma parte de los ejes que constituyen el Plan de Reactivación Educativa para atender los aspectos socioemocionales, de convivencia, y salud mental al interior los establecimientos educacionales de nuestra región”.
La implementación de “A Convivir se Aprende” se realiza a través de convenios con universidades del país que capacitan y asesoran a los equipos de convivencia de los establecimientos educacionales a través de personal especializado, comprendiendo tres líneas de trabajo.
La primera de ellas consiste en la constitución y fortalecimiento de redes comunales de convivencia escolar, instancias de diálogo y capacitación que agrupan a los equipos de los diferentes establecimientos ubicados en una determinada zona geográfica. En segundo lugar, se encuentra el acompañamiento focalizado por parte de las universidades en aquellas comunidades educativas que requieren mayor apoyo.
La tercera línea consiste en talleres dirigidos a docentes, equipos de convivencia, equipos de gestión, profesionales de apoyo psicosocial o asistentes de la educación con relación a temáticas como por ejemplo: abordaje de la violencia escolar, resolución pacífica de conflictos, intervención en crisis, participación y vida democrática y salud mental escolar.