Jair Bolsonaro vuelve a estar en la mira. Esta vez, se trata de graves acusaciones sobre la supuesta falsificación de certificados de vacunación contra el COVID-19, documentos que habrían sido emitidos en 2021 y 2022 para viajar a EE.UU.
Durante la madrugada de ayer, la policía brasileña allanó la casa que tiene el ex presidente en Brasilia e incautó su celular personal. Mientras allanaban, Bolsonaro se mostró sorprendido y negó las acusaciones, señalando que nunca se puso la vacuna: “Nunca me pidieron el certificado de vacuna en ningún lugar y no existe adulteración de mi parte. No tomé la vacuna y punto. Nunca negué eso”. Además, indicó que su hija Laura, de doce años, tampoco recibió la inoculación. Quien sí se vacunó fue Michelle Bolsonaro, su esposa, que la recibió en 2021 mientras acompañaba al entonces mandatario en la Asamblea General de la ONU.
Según la Policía Federal, existen sospechas respecto a la falsificación de certificados de vacunación del presidente y varios de sus cercanos, entre familiares y asesores. Los datos habrían sido manipulados directamente en el Ministerio de Salud del país.
El proceso de investigación legal está a cargo del juez Alexandre de Moraes y, hasta el momento, suma cinco detenidos.