«La noche más larga del año»: el rol de SENDA Antofagasta con la población en situación de calle

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“Abandoné la casa a los 11 años, porque mis padres eran muy estrictos, nos golpeaban y mi viejo bebía mucho alcohol, también le pegaba a mi madre. Me críe en la calle, en los circos y carruseles. Hasta que un día pensé en quitarme la vida, porque no le hacía falta a nadie”. Así es como Manuel Castillo comienza su relato, narrando parte de lo que vivió antes de ingresar al Programa Salud Mental Calle. 

Es oriundo de los Ángeles, VIII Región, y vivió 25 años en la calle antes de llegar a Antofagasta, donde continúo en esa misma situación por otros cinco años. Durmió debajo de los vehículos para resguardarse del frío, estuvo implicado en riñas. Sumergido en el alcohol y con la pena más profunda, se alejó de su hija y perdió a su esposa debido a un agresivo cáncer. Las cicatrices en su piel son un testimonio vivo de lo que fue su historia en la calle, como una manera de recordarle que no debe volver allí.  

Manuel se encuentra en proceso de rehabilitación desde hace 2 años. Recuperó a su hija y hoy está buscando trabajo, quiere contar su historia porque desea que quienes siguen en la calle tengan la oportunidad de mejorar sus vidas, sobre todo ahora que se acerca el invierno y las bajas temperaturas.

El Programa de Salud Mental Calle, es asesorado técnica y financieramente por SENDA y ejecutado por el Servicio de Salud de Antofagasta, cuenta con una modalidad Ambulatoria Intensiva y se encuentra ubicado en el COSAM SUR, en calle 21 de mayo # 1289, a un costado del ex Hospital Regional de Antofagasta. Cuenta con 15 cupos y atiende a usuarios del programa Calle del Ministerio de Desarrollo Social y Familia.

La encargada del Programa Nicole Campos comenta que laadicción es una enfermedad que requiere de atención médica. “Como Programa estamos trabajando fuertemente en el área de Salud Mental y atenciones de Psiquiatría, con apoyo farmacológico. Tenemos jóvenes que se vinculan con la familia y al estar en esta espera viven síndrome de abstinencia agudos, por ende, los problemas de salud mental deben ser atendidos de forma rápida”, agregó.

Otra temática importante que Nicole Campos menciona es la importancia de capacitarse en materia de lengua de señas para atender a una parte de esta población. «Tenemos dos personas que tienen discapacidad auditiva y tienen dificultad para comunicarse”, cuenta.

Para el Director Regional de SENDA, Néstor Maizares Del Pino todas estas temáticas se vinculan directamente con las necesidades actuales que como sociedad experimentamos y que son transversales al fenómeno del consumo de drogas: inequidad social; brechas de género; prejuicios y estigmas; salud mental. “Todas estas determinantes sociales convergen en lo que hoy entendemos como poblaciones vulnerables al consumo de alcohol y otras drogas. Por eso no hablamos de personas en situación de calle, sino a grupos humanos que representan necesidades urgentes de atención en materia de salud primaria, vivienda, tratamiento, educación, etc”.

Es aquí, donde a juicio de Maizares radica la importancia de fortalecer un trabajo colaborativo y en red, con instituciones públicas y privadas. “La oferta en prevención y tratamiento de nuestro servicio se basa en la evidencia y es por eso que es relevante para nosotros contar con los datos, experiencias de trabajo de fundaciones como En los Ojos de mi Madre; Centro Terapéutico TABOR, Cepas Calama; Seremi de Desarrollo Social y Familia, Hogar de Cristo, Techo para Chile, entre otros”.

Carolina Berthet, Directora de Gestión Social de Fundación En Los Ojos de mi Madre, y cuenta con experiencia en el trabajo con poblaciones en situación calle. Según dice, ha logrado derribar muchos estigmas y prejuicios que existen con esta población, respecto a la supuesta condición de migrante que esta población representaría. “En los programas que hemos ejecutado en este ámbito, el 70% de los participantes son ciudadanos chilenos, que llevan entre 5 y 20 años en situación calle”, agrega.

En cuanto a la edad de inicio Carolina sostiene que esta problemática, en su gran mayoría, comienza en la infancia, producto de negligencias parentales, vulneración de derechos, baja escolaridad y escaso acceso a la salud mental.

“Desde la perspectiva de intervención de la Fundación Elom, resulta imperativo realizar intervenciones biopsicosociales integrales. En las cuales se puedan trabajar las distintas aristas que implica esta problemática, en función de entregar una rehabilitación efectiva y una posterior reinserción socio-laboral, para que así las personas en situación calle puedan adquirir las habilidades sociales pérdidas por la condición calle vivencias y lograr una autonomía que les permita retomar sus vidas y que esta motivación al cambio perdure en el tiempo”, comenta.  

Seremi de Desarrollo Social y Familia

Según los datos aportados por la Seremi de Desarrollo Social y Familia de Antofagasta, actualmente existen 15 dispositivos que atenderán a personas en situación de calle en la región, operativos simultáneamente en las próximas semanas para entregar diferentes atenciones a poblaciones en situación de calle durante este invierno.

De ellos, once corresponden a nuevos albergues y rutas sociales, que se sumarán a las tres residencias familiares y el Centro Día que vienen del año pasado.  Con esto, hay una importante oferta para cubrir los meses más complejos debido al descenso de las temperaturas, especialmente en Calama.

En el primer caso, son cinco los recintos de alojamiento que funcionarán en Antofagasta (3), Calama (1) y Tocopilla (1), mientras que las seis rutas sociales también estarán operativas en estas tres comunas, cuya novedad es un dispositivo médico en la capital regional.

La seremi de Desarrollo Social y Familia, Berta Torrejón Gallo, señaló que “abrimos ya un albergue e iniciamos las rutas sociales. Nuestro objetivo como gobierno no es sólo entregar un techo y alimentación donde estas personas puedan permanecer en forma digna durante el invierno, sino también que puedan reinsertarse en la sociedad”, dijo.

Según explica Eveline Arce, Directora del TABOR Albergue y que actualmente trabaja con el Plan Protege, en convenio con MIDESO, el Albergue se inició dada la contingencia sanitaria por el Covid-19. El Albergue tendrá una extensión de un año a contar de este 15 de mayo. “Aquí se les entrega el desayuno, el almuerzo, la once y la cena, y pueden dormir. En caso de que presenten alguna enfermedad u otras afectaciones de salud, hacemos la derivación a los consultorios”.

El área calle, es un área de trabajo integral que tiene muchas aristas desde el consumo, desde la habitabilidad, con un importante componente en la salud mental. Por lo anterior, si bien es vital brindar a estas personas un espacio abrigado, protegido, en donde tengan sus medicamentos, las cuatro comidas al día, y puedan pernoctar, también es clave motivarlos para que encuentren un trabajo, tengan algún tipo de ahorro y puedan vincularse con sus familias.

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