Sin tomarse los 15 días que tenía como plazo para promulgar la reforma, Emmanuel Macron zanjó el asunto el pasado viernes 14 de abril, justo después que el Consejo Constitucional francés validara los polémicos puntos sobre el tema, causando enojo en las fuerzas de izquierda.
A pesar de las protestas que se realizan en Francia, Macron siguió adelante con su reforma, la cual modifica la edad de jubilación, pasando de 62 a 64 años. Además de aumentar a 43 los años necesarios para obtener una pensión completa.
Élisabeth Borne, primera ministra de Francia, se expresó a través de twitter y explicó que “para 1.8 millones de pensionistas, entre ellos 1 millón de mujeres, esta reforma permitirá un aumento de las pensiones de mas 600€ al año”, agregando que se están invirtiendo 1.000 millones de euros en la prevención del desgaste profesional.