El pasado 25 de abril se estrenó en Netflix el documental “Antares de la Luz: La Secta del Fin del Mundo”, que revive lo sucedido en Colliguay, donde se ubicaba una secta cuyo objetivo era “salvar al mundo”. Liderada por Ramón Gustavo Castillo Gaete (más conocido como «Antares de la Luz«), se llevó a cabo uno de los crímenes más macabros recordados en Chile: el asesinato de un recién nacido a manos de su padre.
La producción de Fábula cuenta con entrevistas de los verdaderos protagonistas, Pablo Undurraga, mano derecha de Antares -padre del niño- y Natalia Guerra, madre del menor. En este sentido, se cuenta la historia de Undurraga como un hombre con una amarga infancia que buscaba la espiritualidad de mano de la comunidad, lo que llamó la atención de los internautas, quienes calificaron la producción como “lavado de imagen”.
“Es malo y superficial”, “lo justifican” “Borren el documental”, son algunos de los comentarios publicados por el público que, aún así, ha mantenido al documental entre los más vistos de la plataforma de streaming.
Cabe recordar que Undurraga y Guerra fueron testigos del sacrificio del recién nacido -de apenas dos días de vida- en una hoguera, luego de que Antares decretó que este era el anticristo en el año 2012. Ambos fueron sentenciados a cinco años de prisión, mientras que Antares se suicidó en Perú.
Qué lamentable que hasta Netflix se preste para seguir tratando de víctimas a unos cuicos drogos imbéciles, que les salió muy barato asesinar a una guagua
Parte el documental hablando del maltrato sufrido por el protagonista desde el colegio y como por ser «diferente» es blanco fácil, de ahi todo va en esa dirección, nunca existe una frase como me arrepiento, estaba drogado e hice cosas que superaban todos mis limites, no muestra arrepentimiento ni por mentirle a su padre que es algo muy básico que hasta un niño lo siente. Es tan malo el documental, que lo único que creí de el fue lo narrado por la PDI.
Impresentable el lavado de imagen , gente cuica y aburrida que habla bonito , que le gustaban y se hicieron adictos a la Ayahuasca ( nunca se habla de como se conseguía, además traficantes)en chile siempre habra dos tipos de justicia
Una especie de documental que parece diseñado para lavarle la imagen a un cuico imbécil bueno pa la ayahuasca… y que deja en claro un vez más que en Chilito la Justicia sólo le cae al pobre; si lo que estos pelmazos idiotas hicieron lo hubiera hecho un fulano cualquiera; lo habrían secado en la cárcel sin importar argumentos de «enajenación», «ser personas influenciables», etc. Ojalá al menos se hayan terapeado porque, lo que hizo que le obedeciera en todo al primer fulano que alucinaba drogado; sigue latente si no se hacen una buena terapia… Como documental; Penca.
Una cosa es explicar los motivos por los que una persona se integra a una secta, tratar de entender que pasaba por su mente mientras estuvo allí, y otra es lavar su imagen en que expones a un culpable casi como si fuera víctima.