Los modelos de prevención de delitos funcionan como garantía para las empresas, en caso de que sean acusadas de cualquier falta contemplada en la Ley 20.393.
Los delitos corporativos son aquellos que cometen las personas jurídicas, es decir, las empresas, en beneficio propio o de terceros, y que afectan el interés público, la probidad, la libre competencia o el medio ambiente.
Algunos ejemplos de estos delitos son el cohecho, el lavado de activos, el financiamiento del terrorismo, el soborno entre particulares y la receptación. En Chile, desde 2009 existe la Ley 20.393, que regula la responsabilidad penal de las personas jurídicas por estos delitos.
Esta ley establece que las empresas pueden ser sancionadas con multas, disolución, prohibición de contratar con el Estado o pérdida de beneficios fiscales, entre otras medidas, si no cuentan con un mecanismo adecuado para prevenir y detectar estos ilícitos.
¿Cómo evitar faltas?: El modelo de prevención de delitos
Un modelo de prevención de delitos es un conjunto de medidas que adopta una empresa para evitar que se cometan delitos en su seno o por su cuenta.
Una empresa que recientemente certificó su modelo de prevención de delitos es Norte Verde SpA, dedicada a la recuperación de metales no ferrosos, rubro en el que podría darse, por ejemplo, el delito de receptación.
“La industria del reciclaje de metales es más propensa al delito de receptación, ya que lamentablemente existen bandas que se dedican al robo de cables y estructuras metálicas de uso público, las que luego venden a empresas que reciclan los materiales”, comenta Alejandro Sáiz Blanco, director ejecutivo de Norte Verde.
Según señala Sáiz, su empresa ha implementado exitosamente un modelo de prevención de delitos que incluye una estricta política de compra que rechaza la adquisición de ciertos elementos, además de un Canal de Denuncia para que cualquiera pueda alertar de una situación sospechosa.
¿Cómo implementar un modelo de prevención?
Los modelos de prevención del delito pueden variar según el rubro y las necesidades de una empresa, pero principalmente incluyen:
- La designación de un encargado o comité de prevención, que se encarga de supervisar el cumplimiento del modelo y reportar cualquier irregularidad.
- La elaboración de un código de ética y conducta, que establece los principios y valores que deben regir el actuar de la empresa y sus trabajadores.
- La implementación de un sistema de control interno, que consiste en políticas, procedimientos y registros que permiten verificar el correcto funcionamiento de la empresa y prevenir riesgos.
- La realización de capacitaciones periódicas al personal, para informarles sobre las normas legales y éticas que deben respetar y las consecuencias de su incumplimiento.
- La habilitación de un canal de denuncias, que permite a los trabajadores y terceros reportar cualquier sospecha o evidencia de un delito cometido por la empresa o sus colaboradores.
Según explican desde Norte Verde SpA, al momento de establecer un modelo, también es necesario realizar un diagnóstico de riesgos, que consiste en identificar las áreas y procesos más vulnerables a la ocurrencia de delitos dispuestos en la ley, así como los posibles autores y beneficiarios.
Por otra parte, se debe diseñar un plan de acción, que consiste en definir las medidas concretas que se tomarán para mitigar los riesgos detectados, asignando responsables, plazos y recursos.
Tras esto, se ponen en marcha las medidas definidas, verificando su efectividad y corrigiendo cualquier desviación. Por último, una vez implementado el modelo es recomendable reevaluar, acción que consiste en medir el impacto y los resultados, así como detectar oportunidades de mejora.