Ipsos ha lanzado el primer informe del «Monitor Global de Educación», que revela opiniones de más de 23,000 personas en 30 países sobre la calidad de los sistemas educativos. A nivel mundial, el 33% de los encuestados considera que la calidad de la educación es «buena», mientras que el 36% la califica como «mala».
En cuanto a Chile, este se encuentra en una posición baja en el ranking de satisfacción, ocupando el puesto 26 entre los 30 países evaluados, teniendo en cuenta que solo un 15% de los chilenos considera la educación como «buena», frente al 49% que la percibe como «mala».
El estudio también revela una percepción generalizada de deterioro en la calidad educativa. A nivel global, el 47% de los encuestados cree que la educación ha empeorado desde que estaban en la escuela, cifra que en Chile alcanza el 48%. Además, el 53% a nivel mundial y el 51% en Chile opinan que es más difícil crecer en sus respectivos países en comparación con el pasado.
En cuanto a la educación superior en Chile, el 61% considera que prepara adecuadamente a los estudiantes para sus futuras carreras, superando el promedio global del 53%. Sin embargo, solo el 45% cree que el sistema educativo ayuda a reducir las desigualdades sociales.
Los principales desafíos identificados globalmente incluyen planes de estudios desactualizados y capacitación inadecuada del personal docente. En Chile, los problemas más destacados son el acceso desigual a la educación (44%), el tamaño excesivo de las clases (41%) y la falta de financiamiento público (36%), además de reflejar una preocupación por la falta de enfoque en habilidades como la curiosidad, el pensamiento crítico y la colaboración.
En cuanto a la responsabilidad educativa, en Chile se asigna a los profesores la enseñanza de alfabetización, aritmética y orientación vocacional, mientras que los padres son vistos como responsables de la enseñanza de modales, valores morales y bienestar mental.
La educación sexual, sin embargo, es vista predominantemente como una responsabilidad parental, con solo un 23% considerando que corresponde a la escuela.
Finalmente, el 62% de los chilenos cree que las escuelas aceptan y acogen la diversidad, pero solo el 45% considera que las instituciones educativas proporcionan un entorno seguro y libre de violencia.