Un total de 2.763 personas han sido detenidas en Ecuador durante los primeros trece días de la declaración por parte del Gobierno de un «conflicto armado interno» contra el crimen organizado, de los cuales 158 fueron arrestados por presunto terrorismo.
Las fuerzas del orden ecuatorianas han incautado 1.003 armas de fuego, 1.222 armas blancas, 126 alimentadoras de armas, más de 35.700 balas y 4.802 explosivos. También se decomisaron más de 10.500 kilogramos de drogas y más de 23.100 dólares en efectivo. Hubo trece atentados a infraestructuras públicas y privadas, y doce a establecimientos policiales, según el balance gubernamental.
Este conflicto armado interno fue declarado por el presidente Daniel Noboa el 9 de enero en respuesta a una serie de atentados y acciones violentas atribuidas al crimen organizado en el país.
Las autoridades ecuatorianas también afirman haber abatido a cinco presuntos miembros de las bandas ahora catalogadas como terroristas, mientras que dos policías fueron asesinados y otros once fueron liberados de distintos secuestros ejecutados aparentemente por estas mafias.
Noboa, mandatario de 36 años, asumió el poder en noviembre con promesas de frenar la violencia y estuvo promocionando su «Plan Fénix», que incluye el establecimiento de una nueva unidad de inteligencia, armas tácticas para las fuerzas de seguridad, nuevas prisiones de alta seguridad y control militar en puertos y aeropuertos.
El plan costará unos 800 millones de dólares, dijo, aunque Estados Unidos proporcionará nuevas armas para el ejército de Ecuador.