Estos cinco tips te ayudarán a encontrar buenas acciones, a gestionar las emociones y a mantener la perspectiva en los momentos más turbulentos.
Comprar acciones no es difícil. Lo difícil es escoger una plataforma entre tantas opciones disponibles.
Antes de escoger una, debes preocuparte de que esté regulada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y detrás de ella haya una compañía con trayectoria. Tal es el caso, por ejemplo, de Mercados en línea controlada por BTG Pactual.
Pero lo más complicado a veces es saber en qué invertir el dinero. En este sentido, muchos inversores prefieren las acciones, una de las formas más tradicionales de inversión.
Las siguientes estrategias te proporcionarán reglas y estrategias probadas para invertir en el mercado de valores. Si necesitas retroceder y aprender algunos conceptos básicos, este artículo te ayudará.
1. Deja atrás tus emociones
«El éxito en la inversión no se correlaciona con el coeficiente intelectual… lo que se necesita es el temperamento para controlar los impulsos que meten a otras personas en problemas al invertir», ha dicho Warren Buffett, uno de los inversionistas más famosos del mundo.
Buffett se refiere a que los inversores que dejan que su cabeza, y no sus entrañas, dirijan sus decisiones de inversión, tienen mayor éxito. De hecho, el exceso de actividad comercial provocado por las emociones es una de las formas más comunes en que los inversores perjudican el rendimiento de su propia cartera.
2. Elige empresas, no símbolos
Es esencial que cuando escojas una empresa o compañía para invertir, lo hagas tras un riguroso análisis de datos o confiando en la opinión de un cercano más dedicado al tema.
Es muy común caer en los simbolismos a la hora de invertir, ya que muchos piensan más en la marca que en las empresas. ¿A qué nos referimos? Te lo explicamos con un ejemplo.
Si hay una empresa dedicada a la elaboración de bebidas, la cual es muy popular y está asociada a un estilo de vida similar al tuyo, es probable que te sientas atraído por la marca. Sin embargo, si notas que el valor de sus acciones está en bajada desde hace tiempo o que sus ganancias también lo están, deja de lado los sentimientos y no compres esa acción.
3. Planifica con antelación qué hacer en momentos de crisis
Todos los inversores tienen a veces la tentación de realizar cambios drásticos en su cartera. Pero tomar decisiones en caliente puede llevar a la clásica metedura de pata inversora: comprar mucho y vender poco.
Aquí es donde ayuda llevar un diario. Anota lo que hace que cada acción de tu cartera merezca un compromiso, y mientras tiene la cabeza despejada, las circunstancias que justificarían su venta.
Es importante realizarse preguntas como ¿Cuáles son mis expectativas con esta acción? ¿Qué métricas son las más importantes y qué hitos utilizaré para juzgar el progreso de la empresa? ¿Cuál sería el gatillante para vender la acción? Entre otras preguntas.
4. Construye posiciones gradualmente
El tiempo, y no la oportunidad, es el superpoder del inversor. Los inversores con más éxito compran acciones porque esperan ser recompensados -mediante la revalorización del precio de las acciones, los dividendos, etc.- durante años o incluso décadas.
Dependiendo de tu estrategia de inversión, plantéate desafíos con calma y piensa muy bien lo que harás. Si tienes en mente comprar acciones pensando en ganancias a largo plazo, la paciencia debe ser tu mejor amiga.
Si compras para obtener ganancias a corto plazo, no te vuelvas loco comprando grandes cantidades, ya que podrías tener la mala suerte de perder mucho.
5. Evita el exceso de actividad comercial
Revisar tus acciones una vez al trimestre es suficiente. Pero es difícil no mantener un ojo constante en el marcador. Esto puede llevar a reaccionar de forma exagerada a los acontecimientos a corto plazo, a centrarse en el precio de las acciones en lugar del valor de la empresa y a sentir que tiene que hacer algo cuando no se justifica ninguna acción.