Comenzó el 2024 y con ello, el nuevo impuesto a la gran minería, es decir, el denominado Royalty Minero comenzó a regir desde el día de ayer, con lo cual, se espera que el Gobierno de Chile logre conseguir 1.350 millones de dólares aproximadamente.
En ese sentido, esta ley que fue aprobada por el Congreso en mayo del 2023, estableció que los explotadores de cobre que produzcan más de 50 mil toneladas de cobre fino permitirán recaudar el 0,45% del Producto Interno Bruto anual.
Con respecto a este impuesto, prácticamente un tercio se destinará a Gobiernos Regionales y Municipalidades a través del Fondo Regional para la Productividad y Desarrollo, como también las comunas que tengan yacimientos en funcionamiento tienen contemplados 55 millones de dólares en el Fondo de Comunas Mineras, dinero que llegará a 32 territorios del país.
Además, el Royalty Minero permitirá que 170 millones de dólares se destinen a un Fondo de Apoyo para la Equidad Territorial, monto con el cual irán en beneficio de las comunas más vulnerables del país.
Cabe destacar que el Royalty Minero considera diferentes niveles de tributación y en esa línea se mantiene exenta del impuesto la pequeña minería (menos de 12.000 toneladas de producción). Por otro lado, para la mediana minería (menos de 50.000 toneladas de producción) se establece una tasa progresiva de entre un 0,4% y un 4,4% según producción anual.
Luego para la producción sobre las 50.000 toneladas, que se considera gran minería, se establece que aquellos explotadores cuya producción provenga en más de un 50% de cobre, quedarán sujetos al componente ad-Valorem de un 1%, y a una tasa progresiva de entre 8% y 26% según su margen
operacional minero. La suma de ambos constituye el impuesto a pagar. Eso sí, como parte de los esfuerzos para entregar certezas en el sector, se estableció un límite de carga máxima potencial equivalente a un 46,5%.
Foto: Diario Financiero