La iniciativa recibió un total de 22 postulaciones de estudiantes de todos los centros de educación superior de la ciudad, siendo 7 equipos, quienes finalmente concretaron sus propuestas a partir de un modelo de co-creación en los sectores de Coviefi, Lautaro, Manuel Rodríguez, José Papic, Chuquicamata, Oriente y Villa Esmeralda.
Recuperación de espacios públicos, gestión de residuos, coordinación vecinal y seguridad fueron algunos de los ejes que trabajaron los siete grupos de estudiantes universitarios que participaron de la versión 2022 del proyecto de innovación social, Desafío Ciudad, impulsado por Antofagasta Minerals y ejecutado por Dos Barbas. La finalidad de la iniciativa fue rescatar el orgullo de ser de Antofagasta, propiciando el trabajo colaborativo entre los estudiantes y la ciudadanía.
Como explica el gerente de Asuntos Públicos Norte de Antofagasta Minerals, Jorge Araneda, “este proyecto, que tuvo como eje central la colaboración, permitió a más de 2.500 vecinas y vecinos mejorar su calidad de vida, desde su propio sentir, lo que nos demuestra que la innovación social es una alternativa viable y también exitosa para generar nuevas formas de trabajar en comunidad”.
Proceso participativo
En una primera instancia, la organización del proyecto seleccionó los siete barrios a trabajar en base a distintos criterios, y con la asesoría de diversos organismos públicos y privados, como Techo para Chile y Quiero Mi Bario, entre otros. Tras ello, gracias al apoyo de la Universidad Católica del Norte, la Universidad de Antofagasta, La Universidad Santo Tomás y AIEP, se realizó un período de difusión en los mismos establecimientos para motivar a los estudiantes a participar del desafío de innovar en conjunto.
“El hacer comunidad tiene que ver con la innovación social, donde actores públicos, privados y universitarios, se hacen parte de un proceso fundamental dentro de la ejecución de proyectos como estos, donde tanto la comunidad como las y los estudiantes desarrollaron e implementaron procesos de mejora sostenibles, efectivos y con foco social”, explicó el gerente de Desarrollo de Dos Barbas, Nicolás Salinas.
Posteriormente, durante un mes, los equipos compuestos por jóvenes de educación superior de áreas tan distintas como las artes, humanidades y ciencias, trabajaron junto a los pobladores y pobladoras para detectar y buscar solución a las problemáticas sociales mediante propuestas innovadoras que contribuyeran a mejorar la calidad de vida, afianzando la identidad local.
«Lo que nos gustó de Desafío Ciudad fue la superación de límites, el trabajo en equipo y conocer a los vecinos y las vecinas. Esto nos fue ayudando a mejorar la idea inicial cuando comenzamos el proceso”, comentó Javier Solís, estudiante de Tecnología Médica de la Universidad de Antofagasta e integrante del equipo Levantando Coviefi.
Luego del levantamiento inicial de información, los equipos postularon sus proyectos y metodología de trabajo a un fondo de $3 millones en insumos para la ejecución de cada iniciativa. Fue así como se recibieron un total de 22 propuestas de más de 60 estudiantes, de las cuales se eligieron finalmente los siete proyectos ejecutados, los que además del aporte económico recibieron asesoría experta durante todo el tiempo que duró la implementación.
El seremi de Educación, Alberto Santander, resaltó el proyecto de innovación social, especialmente por el trabajo vinculado entre distintos actores. “El esfuerzo mancomunado entre educación y el mundo público y privado nos enseñó con este proyecto que se pueden lograr grandes hitos, como resolver los problemas de los barrios antofagastinos, aportando a vivir mejor en comunidad”.
Los siete proyectos
La versión 2022 de Desafío Ciudad permitió la realización de charlas y asesorías sobre seguridad e integridad vecinal, además de la instalación de focos de luz a base de energía renovable en Villa Esmeralda. En tanto, en el sector de “La Cantera” de la población Oriente se removieron los escombros, hermoseando también la cancha del lugar. En Coviefi se hizo una completa remodelación de la cancha de calistenia, mientras que en la población José Papic, se realizaron talleres sobre concientización frente al consumo de drogas para niñas, niños y adolescentes. El barrio Manuel Rodríguez optó por la realización de talleres de alfabetización digital y en la población Lautaro, se implementaron tres carros recolectores de basura para reciclaje. Por último, en el sector Chuquicamata se asesoró a emprendedores comunitarios, desarrollando una feria y actividades de reactivación económica.
Lesly Monje, integrante del equipo ‘Juntos por Manuel’ de la población Manuel Rodríguez, dijo que la problemática del sector era la falta de comunicación y coordinación entre la junta de vecinos y los pobladores, por lo que capacitaron a los jóvenes del barrio en alfabetización digital, para que así “ellos traspasen estos conocimientos a los vecinos, en su mayoría adultos mayores, y también para que la junta de vecinos comunique efectivamente información relevante. Incluso le activamos sus redes sociales para difundir las actividades”.
Finalmente, el presidente de la villa Chuquicamata, Pedro Sánchez, comentó la importancia de esta iniciativa, en especial, luego de la pandemia por COVID-19, ya que les permitió volver a juntarse. “Este trabajo logró esta unión de la comunidad nuevamente. Además, es fundamental que iniciativas como Desafío Ciudad trabajen con casas de estudios y que los jóvenes tomen en cuenta la opinión de los pobladores en sus proyectos, porque así logramos hacer una actividad lúdica donde tuvimos alta participación”.
Si quieres conocer más de cada uno de estos proyectos de innovación social sigue las redes sociales de Desafío Ciudad.