El concejal de Antofagasta, Camilo Kong, sostiene que el 14 de febrero no es el día del aniversario de Antofagasta como tal, sino más bien, es el día de Antofagasta
Andrés Sabella, uno de los principales forjadores de nuestra identidad local, dentro de su legado para las siguientes generaciones, describió el concepto de Antofagastinidad como “un sentimiento de amor por Antofagasta, que debe traducirse en un servicio cotidiano de progreso en provecho de la ciudad”. Dicha noción debe ser una brújula que oriente el camino de toda persona que se vincule a nuestra ciudad; haya echado raíces o esté de paso, tenga o no un cargo público.
Dentro de las tareas que tenemos los hijos e hijas de los antofagastinos “empampados”, además de poner en valor las “voces nortinas” de las que habla otro fundamental como Mario Bahamonde, está reconocer la complejidad de la construcción social de este territorio; y dentro de ésta, la riqueza de la diversidad que nos abraza y los hitos que nos han marcado. Para hacer justicia con nuestra historia, es necesario precisar lo que conmemoramos o celebramos.
Hace 75 años, en febrero de 1948, por un grupo de personalidades antofagastinas, y con la ratificación del alcalde Juan de Dios Carmona y los regidores de la época, se estableció el Día de Antofagasta. Carmona buscaba generar un sentimiento localista en habitantes que, según él, carecían de espíritu de lucha.
El recordado Floreal Recabarren bien nos explicó que su definición tuvo discusiones álgidas entre dos posiciones: quienes estaban a favor de reconocer un acontecimiento bélico, como lo era la ocupación chilena de este puerto en 1879 y la posterior anexión a su soberanía; y quienes buscaban remitirse a los orígenes de la ciudad, dada su fundación por el gobierno boliviano, el 22 de octubre de 1968.
Finalmente, en la discusión “entre el corazón y los archivos”, se alzó la primera. El 14 de Febrero quedó definido como el Día de la Ciudad; una tradición para nuestro pueblo antofagastino, sin restar mérito a conmemorar otras fechas importantes. Por eso, si somos precisos, hoy no celebramos el “cumpleaños” de Antofagasta, la que debiese contarse desde su fundación. Lo que conmemoramos es un hito establecido por iniciativa ciudadana y que, pese a recordar un evento bélico, debe invitarnos a reflexionar y a evitar repetirlo en el futuro.
Nuestro recién fallecido Hijo Ilustre, José Palma Bustamante, seguramente ha “cuadernizado” varios elementos que componen la complejidad identitaria antofagastina. Mientras, seguiremos trabajando para que nuestros epitafios digan “Aquí reposa un hombre [o una mujer] medianamente chileno y exageradamente antofagastino”, como ha señalado el profesor Jaime Alvarado.
Foto: AntofaTurismo