El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), Diego Hernández, junto con entender y solidarizar con la situación sanitaría que enfrentan las comunidades de Quintero y Puchuncaví, estimó que el cierre de la Fundición Ventanas anunciado por el gobierno “es una medida apresurada y de enorme magnitud en sus efectos no sólo económicos y productivos, sino también sociales. Aquí el costo económico y social de cerrar Ventanas es mucho más alto que el costo de invertir en una nueva fundición que cumpla con las normativas medioambientales”.
El directivo sostuvo que en este caso se ha adoptado la medida más fácil en lugar de diseñar soluciones técnicas viables que no impliquen cerrar esta instalación, tirando por la a la basura toda la inversión que se ha materializado”.
Frente a la movilización de los trabajadores de Codelco, Hernández dijo que no se ha evaluado el impacto que tiene esta drástica medida, “ya que difícilmente estos trabajadores podrán conseguir un trabajo cercano y podrían eventualmente ser traslados a zonas más lejanas con el consiguiente impacto en su vida familiar”.
Agregó que, además de los trabajadores, se debe meditar respecto al impacto que este cierre tiene en la situación productiva de la pequeña y mediana minería, y los proveedores industriales.
Hernández mencionó que Enami representa el 34 % del abastecimiento de concentrados a la Fundición, los que, una vez fundidos y llevados a ánodos, se suman a la producción de Paipote para abastecer la Refinería Electrolítica.
El presidente de SONAMI sostuvo que los análisis que deben hacer las autoridades respecto a este tema es diseñar un plan de inversiones de corto, mediano y largo plazo, como alternativa al mero cierre de la Fundición Ventanas.
“Llama la atención que esta medida se haya anunciado un viernes a última hora previo a un feriado y, por otra parte, que no obstante que el programa de gobierno del Presidente Boric considere incrementar la capacidad de fundición en Chile, la primera medida que se anuncia es el cierre de la Fundición Ventanas, es algo que no sé entiende”, sostuvo Hernández.
Finalmente, el presidente de SONAMI dijo que, dado lo apresurado de la decisión, no se ha considerado tampoco el hecho de la fundición tiene una capacidad anual de producción de 420.000 toneladas, que reduce significativamente la capacidad de fundición de concentrados en nuestro país.