Desde mayo hasta la fecha se han cursado 7 sumarios sanitarios por etiquetado.
Un llamado a comprar juguetes solo en el comercio establecido y a revisar las características del etiquetado, realizó la seremi de Salud de Antofagasta, Jéssica Bravo, previo a las celebraciones del Día del Niño.
Según comentó la autoridad regional, comenzaron a intensificar “en mayo su programa de control a la comercialización de juguetes en todas las comunas de la región, con el objetivo de verificar el correcto cumplimiento de la normativa y así proteger la salud de nuestros niños”.
En lo que va del mes, el programa de fiscalizaciones –que también considera capacitaciones a funcionarios de distribuidoras y comercializadoras- arrojó un total de 7 sumarios sanitarios a locales de Tocopilla, Calama y Antofagasta.
La personera de Salud señaló que en general el comercio establecido cumple con la normativa, “por eso nuestro llamado es a comprar solo en esos locales y evitar el comercio ambulante, cuyos productos pueden representar un peligro para los más pequeños”.
Además, recomendó a los padres prestar una especial atención al rotulado de los juguetes, porque según consta en el Decreto Supremo 114/2005 (Reglamento sobre Seguridad del Juguete), “todo juguete que se distribuya, comercialice o transfiera a cualquier título en el país, sean estos nuevos o usados, deben cumplir con las disposiciones que establece este Reglamento, entre otros el requisito del etiquetado”.
La legislación establece que la información del etiquetado debe ser veraz, describirse y presentarse de forma tal que no induzca a error al consumidor con respecto a la naturaleza y características de los mismos.
“La información de la etiqueta debe expresarse en idioma español, sin perjuicio de presentarse en otros idiomas, y en un tamaño y letra que permitan al consumidor su lectura a simple vista”.
La etiqueta debe contener a lo menos, el nombre genérico del producto, nombre o razón social y domicilio del productor o responsable de la fabricación o importación del juguete, país de origen del producto, leyenda o símbolo que explicite la edad del usuario recomendada por el fabricante, y la indicación “advertencia, se debe utilizar bajo la vigilancia de un adulto” (cuando sea necesaria esta supervisión).