La iniciativa se llevó a cabo en formato híbrido y consideró charlas online y una actividad experimental presencial para estudiantes de todo el país.
«Química verde para un mundo más verde», así se denominó la actividad nacional que congregó a estudiantes de las 18 academias científicas de los colegios British School de todo el país y que contó con la exposición de investigadores de las Facultades de Ciencias Básicas, Salud e Ingeniería de la Universidad de Antofagasta.
La actividad, que se desarrolló en formato online y presencial, responde a una invitación extendida por el Antofagasta British School a la Universidad de Antofagasta, como organizador de la Jornada de Química de este año, actividad que se realiza anualmente.
La jornada inició con la charla “Innovación en la utilización de recursos regionales naturales: ecoenvases de algas y harinas verdes”, de las investigadoras Patricia Echeverría y la académica del Departamento de Ciencias de los Alimentos y Nutrición de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UA, Dra. María José Larrazábal.
Asimismo, se presentó “El aporte de la química en el desarrollo de la energía solar en Chile”, del académico y director del Área de Caracterización Territorial y Radiometría del Centro de Desarrollo Energético de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antofagasta, Douglas Olivares; y la charla “Química Verde”, de la académica e investigadora del Departamento de Química, Dra. Jacqueline Cuevas.
Al respecto la Dra. Jacqueline Cuevas, manifestó que “para nuestra Universidad es una instancia muy importante, ya que damos a conocer al resto del país parte de nuestro quehacer y cómo incorporamos a la comunidad en nuestros proyectos. También quiero felicitar al Colegio por el sistema de transmisión perfecto que nos posibilitó exponer y realizar el trabajo de laboratorio e ir acompañando en el experimento a cada colegio en tiempo real”.
La actividad finalizó con el trabajo práctico guiado por la doctora Jacqueline Cuevas, “De plástico de choclo a solución de limpieza antimicrobiana”, que consistió en extender la vida útil de un biopolímero llamado PLA (ácido poli láctico), el cual se fabrica de choclo para convertirlo en una solución antimicrobiana para limpiar superficies.