Un capitán y un conscripto están imputados por el crimen del estudiante, mientras que otro soldado y un cabo enfrentan cargos por las lesiones graves contra otro hombre, Rolando Robledo.
Las piezas avaluadas en 18 millones de pesos eran trasladadas en dos camionetas. La carga estaba siendo trasladada hasta una empresa de compra y venta de metales.