Según la información recabada por Carabineros el arrendatario del inmueble no tenía conocimiento de lo que sucedía en la casa.
Con una vivienda clausurada, una infracción al código sanitario y una importante señal de tranquilidad para los vecinos, concluyó una investigación de la Sección de Investigación Policial de la 1ª Comisaría La Serena, que contó con el apoyo de la oficina comunitaria.
«Se trata de una casa donde se ejercía el comercio sexual y en cuyo interior había cuatro mujeres y un cliente. Si bien esta práctica no se considera delito, sí cursamos una infracción sanitaria al dueño de la vivienda, quien la mantenía arrendada a un tercero, y clausuramos la casa», indicó el Comisario de la Primera Comisaría La Serena, Teniente Coronel Juan Escobar.
«Pero más allá de eso, con este trabajo -posible gracias a la confianza de la comunidad- logramos dar seguridad y tranquilidad a los vecinos, que temían que esta práctica generara delitos asociados, como riñas o el tráfico de drogas», agregó.
Según Carabineros, el sistema funcionaba mediante la modalidad de terciarización. El dueño de la vivienda, que no conocía del uso de la misma, arrendaba el inmueble a un tercero, quien a su vez subarrendaba por piezas a las mujeres que ahí ejercían el comercio sexual, y quienes pagaban un valor semanal por cada pieza.
«Hoy el dueño de la casa, deberá pagar una multa importante, aún cuando también es una víctima del mal uso de su vivienda. Por eso es importante tomar todas las precauciones cuando uno realiza un arriendo, y no desvincularse de la misma», concluyó el Comandante Escobar.