El pasado viernes, el Parlamento de Grecia aprobó la reforma laboral que modifica horarios y días de trabajo. Kyriakos Mitsotakis, primer ministro de Grecia, es el propulsor de la propuesta, la cual ha sido apoyada por los 158 diputados del partido de centroderecha, Nueva Democracia. La noticia desató la indignación de los sindicatos, los ciudadanos y de la oposición política, que protestaron a lo largo de todo el país.
La propuesta, busca modificar las actuales leyes laborales en Grecia de manera sustancial. Si ahora los ciudadanos tienen una jornada laboral diaria de 8 horas, con un límite de 40 horas a la semana, con esta nueva medida, los trabajadores podrán tener dos empleos, uno de jornada completa y otro de media jornada, por lo que, desde ahora, podrían trabajar hasta 13 horas diarias, con un límite semanal de 78 horas.
Además, esta nueva reforma también considera la opción para que las empresas puedan imponer un sexto día laboral, los fines de semana. Por otro lado, los empleadores podrán cambiar los horarios de trabajo si lo consideran pertinente, teniendo un plazo de hasta 24 horas para poner en conocimiento a los trabajadores, con el fin de adaptarlos a las necesidades de la compañía.
Bajo este contexto, el gobierno también restringe las huelgas con multas y hasta seis meses de prisión, en caso de no dejar entrar a un colega al lugar de trabajo durante un paro. Las polémicas reformas se unen a la ya aprobada durante el mes de julio, encabezada de igual forma por Mitsotakis, se permite a los adultos mayores trabajar después de los 74 años, 7 años después de la edad de jubilación.
Las reformas laborales han generado revuelo en el país europeo, por un lado, la oposición señala que las medidas “amenazan los derechos fundamentales de los trabajadores” mientras que, desde el Ministerio de Trabajo afirman que el objetivo de la reforma es “estimular el empleo”.