La iniciativa es parte de un proyecto que busca la plantación y mantención responsable de 50 mil árboles durante los próximos cinco años en toda la región de Atacama.
La modalidad que se está aplicando desde el año pasado consiste en marcar las algas pardas que se encuentran tendidas en las playas y de la cuales no se puede determinar su dueño en ese momento.
La primera medida que debemos enfrentar es impulsar los proyectos mineros en la región, sin perder de vista la dimensión medioambiental o el cumplimiento de la normativa vigente, aprovechando la inversión externa para generar oportunidades de trabajo y no desgastando nuestras arcas fiscales. Tenemos que volver a ser un país atractivo a nivel mundial.